La identidad del ser humano, se forma
a partir de un conjunto de relaciones e interacciones que presenta con todo
aquello que lo rodea, es decir, son fuentes de sentidos desde el propio sujeto
y creadas por los mismos para la construcción de individual (Castell, 1996). Lo
que el autor nos presentan es un análisis desde lo identitario que
relacionaremos con las artes de lo visual, donde a partir de las herramientas
que proporcionan estos medios de comunicación el individuo comienza a tener una
adaptación de lo que transcurre en la internet y los diferentes medios de
navegación, en los cuales se encuentre vinculado y se vuelve participe de lo
artístico y/o estético que se presenta y se difunde en la red.
Es por eso, que es importante tener
claro como la identidad del individuo intercede en el proceso de producción yrecepción de las obras artísticas humanas del ahora; como punto de partida para
ahondar en el tema del ciberarte es la participación en las obras de los que las
prueban, las interpretan, las exploran o las leen. No se trata por ende de una
participación en la construcción del sentido, sino de una coproducción de la
obra, puesto que el espectador o receptor del mensaje es llamado a intervenir
directamente en la actualización de signos, código o lenguajes que trasmite el
trabajo proyectado.
El entorno cultural es parte
importante de este reconocimiento mutuo, pero la tecnologización y la
globalización han provocado la proliferación de lo que el antropólogo francés
Marc Augé (1992) llama los no-lugares, esto es, aeropuertos, shoppings,
idénticos en cualquier parte del mundo, sin raíces que los vinculen a su
territorialidad, sin historia y sin identidad, en oposición a los mercados,
plazas o barrios que se emplazaban en pueblos y ciudades. Siguiendo la teoría
de Augé, Internet también es un no-lugar pues por él transitan seres anónimos,
ajenos momentáneamente a su propia identidad u origen o bien un no lugar sin
historia que afecta nuestra relación con la realidad y nuestras relación con
los otros.
Las nuevas narrativas visuales, que
expone Rocio Rueda, llamado o conocidos como hipertextos, permiten la
participación del usuario o lector creando
una interacción directa con el medio en que trabaja; la diversidad cultural y
las formas tecnológicas de hacer, permiten una expresión y opinión constante
del espectador a lo que el artista propone, lo cual impulsa a la creación de
nuevos espacios y movimientos artísticos.
Los nuevos medio de comunicación, la
globalización y la inmediatez de la información en estos, ha producido notables
cambios en las formas de producción artística virtual, es decir, el ciberarte
que se presenta es de forma rápida, esporádica e instantánea; ya que la red y
la navegación en espacios interactivos y culturales, permiten que el espectador
tenga un fácil acceso a la creación de obras artísticas. Con estas nuevas
formas de crear y expresar el arte, conllevan a el artista a trabajar de forma
apresurada alcanzando así la fama de forma fugaz la cual no trasciende en el
tiempo, pues sus trabajos por el mismo ritmo que se impone lo obliga a trabajar
con métodos mas prácticos pero de baja calidad.
Los artistas eran en tiempos antiguos
de un sector privilegiado, donde el don del arte era algo que pocas personas adquirían
y podía interpretar, por eso eran tan prestigiosos y sus obras tardaban tanto
en ser construidas, pero así mismo su trayecto y congregación era duradero y simbólico.
Las nuevas formas de expresar el arte y hacer de los ciberusuarios los
espectadores, permite que nuevos artistas se puedan vincular a este mundo artístico
imponiendo su estilo y forma de trabajo, teniendo en cuenta que a pesar de lo
que estos artistas expongan, todos trabajan en el mismo medio y bajo las misma
reglas para el mismo público lo cual les brinda una perspectiva de quienes
pueden llegar a visualizar sus obras; pero los espectadores como evaluantes del
trabajo de estas personas deben tener un criterio y desarrollar una identidad
la cual hemos tratado anteriormente.
La interacción que permite al
individuo hacer parte del arte tecnológico; el arte, a la vanguardia de la
innovación que ha venido presentando un gran cambio en la exposición del arte
(todas sus categorías), a promovido el desarrollo de la lectura digital de este
tema con respeto a lo que se planteaba anteriormente. Con esto y algunas
definiciones claves para el desarrollo del texto; la relación directa de como
la identidad del artista y la del espectador tiene un papel importante en la
interpretación y manejo que se da de la obra presente en los diferentes
espacios que se presentan en la red para todo tipo de usuarios, representa la
cibercultura en uno de sus espacios, en este caso el artístico, donde no solo
influye la creación y producción de un elemento artístico y estético para el
ojo humano, sino también la permanente comunicación que se desarrolla en este
tipo de comunidades y espectadores es lo que forma una cultura de ciberartistas
y sus identidades que se caracterizan por determinado gusto en común.
Interactuar, relacionar y aceptar los
cambios que se producen a diario a través de las nuevas tecnologías en el
desarrollo de nuestra identidad y cultura en la red, nos permiten analizar los
aspectos positivos y negativos de el proceso tecnológico e innovador en que la
sociedad cibercutural se encuentra sumergida y la cual día a día va creciendo y
recibe mayor aportes de sus usuarios. La cibercultura, el ciberarte y los
usuarios y múltiples usuarios de estas comunidades nos presentan un claro
avance tecnológico que permite la creación colectiva y la participación d la
misma en la configuración de estos espacios para toda la comunidad navegante
en la red.
BIBLIOGRAFIA
Augé,
Marc (2008) Los no lugares. Espacios del
anonimato. Una antropología de la Sobremodernidad. Barcelona: Gedisa.
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Avalón,
Dirigida por Mamoru Oshii y escrita por Kazunori Ito, Disponible en http://www.youtube.com/watch?v=UrrH6cPypBc
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